Mi nombre es Miguel Carretto y he sufrido de hemorroides por más de 5 años. Si está leyendo estas líneas debe saber exactamente lo que he tenido que atravesar todo este tiempo.
Es un dolor que solo aquellos que lo han padecido pueden comprender. El dolor de no poder sentarse, la sensación de incomodidad, de ardor y de temer un posible sangrado.
Esta es una situación que no se la deseo a nadie y que he sufrido por mucho más tiempo del que hubiese querido.
Las hemorroides, también conocidas como almorranas, son dilataciones de las venas del recto o del ano. Las hemorroides se pueden clasificar en internas o externas. Las hemorroides internas son aquellas que se sitúan dentro del ano, mientras que las externas, se proyectan hacia afuera. Las hemorroides son consideradas una afección bastante común. Se calcula que aproximadamente el 50% de la población mundial ha sufrido de hemorroides en algún momento de su vida. He pasado muchas situaciones vergonzosas, que me han provocado grandes traumas. Solía evitar el contacto con la gente, los compromisos, las reuniones familiares o festejos. No podía asistir a grandes reuniones laborales, por miedo a sufrir un sangrado. El dolor y la picazón solían ser parte de mi vida. El no poder permanecer sentado por el sufrimiento interno ya me estaba provocando demasiados problemas.
Tuve muchas visitas a médicos, que lo único que me recomendaban era cremas y más cremas. Estas lociones provocaban un pequeño alivio en mi cuerpo, pero no solucionaban el problema de raíz, ya que las hemorroides no desaparecían.
Mi vida se convirtió en un sufrimiento constante. Actividades que para cualquier persona pueden resultar completamente normales y naturales, para mí eran una tortura. Sentía dolores para caminar, para hacer deporte, para andar en bicicleta. No podía permanecer parado y mucho menos sentado! Me encontraba totalmente limitado.
Todas las supuestas soluciones que te ofrece el mercado no hacen más que intentar aliviar los dolores causados por las hemorroides, pero ninguno ataca realmente la causa del problema!
Luego de tanto tiempo de sufrimiento, comencé a analizar la posibilidad de realizarme una cirugía, pero la verdad es que contaba con los medios económicos para hacerlo tan simple. Al mismo tiempo, someterme a una cirugía no me aseguraba la solución del problema. Y no estaba dispuesto a atravesar una situación tan complicada y riesgosa, ni a invertir el dinero con el que no contaba si esto no me aseguraría la tranquilidad que estaba buscando.
Someterse a una cirugía de hemorroides implica un riesgo, el mismo riesgo que implica cualquier procedimiento quirúrgico. Muchas pueden ser las complicaciones, ya sean relacionadas con el paciente, como pueden ser condiciones cardiovasculares, pulmonares o cirugías previas, problemas con la anestesia, o directamente pueden ser relacionadas con la cirugía en sí. Como hemos estado diciendo, existen complicaciones posibles en cualquier tipo de cirugía ano rectal dentro de las que podemos mencionar los sangramientos o procesos infecciosos locales. También pueden surgir complicaciones de acuerdo a la técnica realizada, la capacidad y la experiencia del cirujano. Algunas de las más comunes son la estenosis anal (disminución de calibre del ano), las fisuras anales postquirúrgicas o el dolor anal crónico. Dejando de lado los riesgos que implica la cirugía en sí, no debemos dejar de mencionar los altos costos que esta implica, tanto la cirugía como los estudios previos y posteriores. También cabe destacar los chequeos y seguimientos a los que se deben someter los pacientes una vez intervenidos. Viendo que mis opciones para solucionar mi problema de hemorroides eran cada vez menores, decidí investigar por mis propios medios y buscar una solución natural para mi problema.
Dediqué muchos meses de estudio, de investigación, de pruebas y examinaciones. Leí todo libro o reporte acerca de hemorroides que pudiera existir. Entrevisté doctores, pacientes, enfermeras, todas aquellas personas que pudieran brindarme algún tipo de información. A raíz de mi exhausta y perseverante investigación, descubrí que las soluciones que brindaba el mercado para las hemorroides no atacan la causa del problema, sino los efectos de las mismas.
Para poder atacar las hemorroides y eliminarlas de mi sistema, debía enfocarme en las cosas que hacen que éstas aparezcan en un primer lugar.
Rotura o grieta de la piel del ano que se puede hacer crónica. Al irse rasgando llega al músculo donde está el nervio sensitivo, lo que lo hace muy doloroso. Si la fisura se infecta se produce un Absceso que al abrirse provoca una Fístula.
Inflamación de las criptas por heces duras (estreñimiento), diarreas, algunos medicamentos, etc. y puede ser la puerta a los Abscesos y Fístulas ano rectales.
Actuando sobre las causas de las hemorroides, se podría hacer desaparecer sus efectos nocivos y dolorosos. Y así fue. Comencé a realizar el tratamiento que había descubierto y al cabo de unos pocos días, mis almorranas comenzaron a desinflamarse. Unas pocas modificaciones en mi conducta hicieron un GRAN cambio en mi condición. No podía creer los resultados!!!
Al cabo de 2 semanas, mis hemorroides habían desaparecido por completo. Temía que regresaran, pero a medida que transcurrían los meses y no había novedades de mis dolorosas protuberancias, comprendí que tenía en mis manos un tratamiento natural y realmente efectivo.
No sabía muy bien qué hacer con esta información, pero desde luego sabía que no debía privar al mundo de esto. Tener la posibilidad de eliminar las hemorroides sin necesidad de medicamentos ni cirugía es algo de un valor incalculable, que la gente que está atravesando por este problema tiene derecho a saber.
Así nació el libro “Basta De Hemorroides”, el primer y único manual que le enseña la manera de eliminar sus hemorroides de manera natural, sin medicamentos, sin cirugías, sin efectos secundarios y en un tiempo récord.
Basta De Hemorroides
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